Ni los más viejos del lugar recordaban ya La última
victoria fuera de casa y remontando el resultado. Y además añadiendo, que era
la segunda victoria consecutiva y para mayor gloria, remontando también la
jornada anterior en el partido frente al Lugo. Pero también, y para no dejar de
ser el “Real Oviedo”, sufriendo hasta
la extenuación, en el tiempo de prolongación, con un penalti que entro en la portería no se bien como, tras lanzamiento de Aarón
incluyendo “un tapín” del césped del campo. Pero entró, y la verdad es que ese
gol, ese penalti, ese triunfo, nos quita, a todos pero espero que especialmente
a los jugadores, un tremendo peso de encima, una losa: la de no ganar fuera de
casa. Esperemos, como decía en mi crónica, que pueda ser un antes y un después y
este triunfo nos libere, y nos haga “hacer cosas” en los partidos, que quizás,
sabemos hacer, pero que el atenazamiento no nos deja hacer. Y eso que el
partido fue claramente nuestro, igualado quizás en la primera parte, pero muy
superiores en la segunda.
Pero casi se “nos escapa”, porque nos siguen
penalizando mucho los errores, errores infames, groseros, sobre todo en
defensa, y que los rivales, con muy
poco, nos hacen gol.
Esta bastante, muy claro, que la mejoría de este
equipo debe de pasar por ajustar, mejorar, el entramado defensivo. Es prácticamente
imposible el lograr acabar un partido sin encajar, y lo triste es que los
rivales, con casi nada, porque suelen provenir de errores clamorosos nuestros
en defensa, logran perforar nuestra
meta. Y también, y hay que decirlo, porque las criticas también hay que
aceptarlas, nuestro portero, hoy por hoy, nos penaliza mucho más que nos
beneficia. Esta a un nivel bajísimo, no aporta seguridad alguna y los defensas,
claramente y se observa, no “se fian de el”. Quizás pudiera ser el momento para
que el del banquillo pudiera tener una oportunidad.
Y el domingo, con la ausencia de Diegui con su selección,
el único cambio que se producía era la entrada de Cotugno en el lateral
derecho. Pero otra vez Anquela, un poco erre que erre, volvía a colocar a
Forlin por delante de la defensa , jugando con Cristian y Carlos de centrales.
Y así, pese a que éramos superiores, sobre a todo a Cristian, se le veían las “costuras”,
y pronto, Anquela rectifico y puso a Forlin atras, de libre, acompañando a los centrales, donde todos vemos que rinde absolutamente
mas. Nos pudimos adelantar con un penalti que Saúl mando alto, igualdad aunque
control nuestro, y al borde del descanso un nuevo error vergonzoso, Juan Carlos
que no sale, Mossa que no decide despejar, penalti y ellos que no perdonan.
Como casi siempre, ya habíamos encajado. Pero en la segunda, se vio a l equipo
atrevido que queremos, Mossa ya estaba 30 metros más arriba, llegábamos,
Linares se fajaba, hubo ocasiones, empatamos por mediación de Carlos, expulsión
de este cerca del 90, y en la última jugada, con Yeboah ya en el campo, pared
de este con Mossa, y penalti dudosete que, como decía, Aarón convirtió no sin suspense.
Tres importantes puntos, que sobre todo como decía, deben de valer para quitarse
“peso” de encima.
Y ahora a Valladolid, en una salida marcada todos
los años en “rojo” por los oviedistas y que esta temporada, a diferencia de la
anterior, si que se produce en una fecha razonable, el Sábado a las 6 de la
tarde. Y sobre todo, llegamos con la tranquilidad que dan los puntos de Tarragona,
y que hace, que todo lo que pudiera ser “rascar” algo en pucela, sería fantástico.
Esperemos que todos los que vayan puedan vivir un dia especial, y si puede ser,
traernos los tres puntos.
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