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lunes, 12 de febrero de 2018

El Comentario




Dura y triste la derrota sufrida el pasado sábado en Cádiz, y que ponía fin a una fenomenal racha de diez partidos consecutivos sin saborearlas las “amargas” hieles de la derrota. Y partido perdido de una manera injusta, dolorosa, y marcado por una actuación arbitral nefasta. Y es que , aparte de la jugada de la que todos hablamos, la expulsión de Rocha, el arbitraje fue muy parcial, con tarjetas únicamente para los azules, con una entrada, cuando menos  dudosa un poco antes de la expulsión sobre Cristian, con una mano gaditana previa al córner que dio origen al segundo gol…… en fin, que todo estuvo en contra.


Y sobre la jugada clave, sobre la expulsión de Rocha sobre la media hora de juego, poco o nada que decir. “Peinada” toda la prensa, escuchadas emisoras, vista la televisión, yo creo que todos (hombre, alguno habrá que no, sobre todo en Cádiz) pensamos ,poco más o menos, lo mismo que Anquela. Y es que aquel que haya jugado  algo al futbol, sabe que hay “no hay nada”. Pero nada de nada. Un balón suelto, sin estar en poder de ninguno, a distancia ambos de juego, y que van los dos  a “ras de suelo” a buscarlo, pues…….nada. No ya ni falta, ni mucho menos tarjeta y mucho menos, ya escandalosamente, la roja mostrada. Así como en Sevilla, todos vemos la “chiquillada” de Yeboah   y que era expulsión, lo del pasado Sábado raya la estupidez arbitral. Pero una “estupidez” que a nuestro equipo le cuesta, en un partido importantísimo y en el que estaba bien plantado y sin sufrir, estar más de una hora con uno  menos. Y estupidez que, ante el segundo clasificado, nos cuesta caro. Estamos de acuerdo en que, pese a esa decisión, pudimos hacer algo más, pero al final, y con uno menos, la “gasolina” dio para lo que dio.

Y reitero, y aquí lo voy a plasmar, que pese a esa decisión, tampoco desde el banquillo, tampoco nuestro “míster” y al menos para mí, estuvo especialmente acertado en los cambios. Y es que en un partido que enfocas la última media hora con uno menos y ganando por la acción de Linares, tienes que tratar de tener un poco el balón, no de regalárselo de buenas a primeras al rival. Y el cambio de Cotugno para “doblar” lateral con Mossa, bueno…….no lo veo del todo bien. Pero ya el cambio de Verdés por Saúl y adelantar un poco a Forlin, para mi me pareció un suicidio. Quizás ( opinión, reitero) deberíamos de haber reforzado el centro, tratar de tocar, de tener un poco el balón, dejar pasar el tiempo……..Pero se optó por “otro camino”, y lo que ya va pareciendo claramente es que ni Hidi ni Mariga cuentan mucho para Anquela.
Y el sábado, como decíamos, volvíamos a partir con los mismos del derbi. Y el equipo, al principio, estuvo muy bien plantado, bien es cierto que sin llegar arriba, pero apenas concediendo nada a los gaditanos, salvo un remate de Barral con buena parada de Herrero. Pero llegó la jugada clave de la vergonzosa expulsión de Rocha. Pero de ahí al final de la primera parte, seguimos muy bien, sin pasar apuro alguno. Comenzó la segunda parte, y seguíamos bien, y en una falta botada por Saúl, lográbamos ponernos por delante tras testarazo de Linares. Quedaba mucho, pero el equipo daba buenas señales. Y a partir de ahí, para mi, se “regala” totalmente el balón al rival, no tratamos de “tenerlo” un poquito, de tocar, de defender con la pelota en nuestro poder, y así, el Cádiz, con poco, pero teniendo siempre la posesión, con más corazón de cabeza nos fue encerrando. Reitero, cambios para mi, cuando menos, discutibles, de Cotugno por Aarón para “reforzar” la banda de Mossa, y de Verdes por Saul, y asi en una buena jugada nos empatan, y al poco, en un córner precedido de mano, mal defendido,  Verdes que pierde un poco la marca, y segundo gol que echaba por tierra un buen partido. De ahí al final, nada, entrada de Toché, pero ya no fuimos capaces a llegar. Triste derrota.

Pero ya no hay tiempo para lamentarse. Está claro que es una dura derrota, porque en apenas diez minutos se “fueron 7 puntos” (tres que teníamos, tres que perdimos y el goal-average), pero toca levantarse y afrontar el Albacete como una final. Es la política correcta: pensar solo en el próximo rival. Esperemos que el Tartiere, el sábado, vuelva a ver a ese Real Oviedo triunfador.

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